En la cuerda floja y sin red de seguridad El uno por ciento más rico de la población mundial posee 40 por ciento de los bienes del planeta, y a la mitad más pobre le queda apenas el uno por ciento de esos activos. En las últimas décadas, a pesar del crecimiento económico, este desequilibrio se hizo más profundo en la mayoría de los países y casi en cada región del mundo. Esta desigualdad es, cada vez más, reconocida como un persistente obstáculo para el desarrollo. El problema toma varias formas, desde brechas en los ingresos hasta acceso desigual a la política, y es alimentado por distintos factores, como género, etnia, discapacidad, situación legal, casta, color de piel, lengua y estatus económico. Yoke King Chee, experta de la Red del Tercer Mundo, cree que la desigualdad no solo se agrava dentro de los países ricos e industrializados que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sino también en naciones del Sur que están experimentando...