Basura informática: un grave problema ambiental
La basura informática ya es un grave problema ambiental
El final del ciclo de la vieja computadora o del antiguo celular se convierte en el comienzo de un gran problema ambiental. Ocurre que muchos de los residuos electrónicos terminan con la basura común, produciendo que algunas sustancias como el arsénico y el plomo contaminen el suelo. La falta de una reglamentación específica y de iniciativas empresariales son los puntos centrales en esta problemática.
Actualmente, en nuestra ciudad está suspendido el plan que la empresa Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) lanzó a mediados del año pasado para tratar de forma diferencial estos residuos. Según manifestó a Hoy Día Córdoba el vocero de la empresa, Luis Zanetti, esto se debe a que la "nueva administración está abocada a lo que ellos han definido como prioridades". Otra arista es la responsabilidad empresaria, según expresó a este medio el biólogo y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), Raúl Montenegro. "No es razonable que se impulse desde el Estado una solución para los problemas de empresas que ganan cantidades impresionantes de recursos económicos", señaló Montenegro.
Por otra parte, existen organizaciones, como la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que trabajan para procurar una alternativa. La ingeniera química Laura Reyna, coordinadora del Programa de Reciclado de Computadoras en el Laboratorio de Investigación Aplicada y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Liade), en una entrevista con este diario, explicó en qué consiste su trabajo: "nosotros coordinamos, a través de la cuenta de correo electrónico reciclado@efn.uncor.edu, con las empresas y los particulares la entrega de sus equipos en desuso, los reacondicionamos y los entregamos a instituciones".
A pesar de estos esfuerzos, cada vez es mayor el daño que estos residuos producen en el ambiente porque "va aumentando la cantidad de elementos que se pueden considerar electrónicos; ya no son sólo los que tienen que ver con sistemas informáticos, también se suman los nuevos sistemas de luminaria, por ejemplo", sostuvo Montenegro. A su turno, Reyna destacó: "sucede que, a medida que vamos accediendo a la tecnología, vamos desechando y estamos llegando a un punto donde la solución se hace cada vez más necesaria".
"La cuestión es muy complicada; en primer lugar cada dispositivo electrónico que se va a transformar en residuo ya debería tener previsto cuál será su destino; para eso se necesita una extensión de la responsabilidad empresaria", indicó el presidente de Funam. Mientras, para la ingeniera química, "más allá de la generación en sí, la discusión debe centrarse en generar una solución, darle un destino correcto a los residuos electrónicos". Lo cierto es que, según los datos del informe "Minería y basura electrónica" publicado por Geenpeace, "los nuevos dispositivos electrónicos son producidos con la finalidad primera de durar menos y convertirse en residuos lo más rápidamente posible".
Proyecto universitario. Desde el Liade, Laura Reyna señaló que están desarrollando un proyecto de estudio de generación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (Raee) en Córdoba. Esta iniciativa surgió porque "es fundamental conocer cuándo se generan los residuos para elaborar cualquier plan de gestión, municipal o privado". Según su coordinadora, la investigación "concluiría a mitad de año". Por otra parte, destacó que a través del programa de reciclado de computadoras se realiza "el primer escalón". "Pero aún nos queda mucho por delante, como por ejemplo desarrollar procesos. Para ello, estamos planeando una planta piloto", agregó. No obstante, la ingeniera química explicó que el objetivo de esta investigación no apunta a que "la Universidad haga una industria del reciclado, sino que sirva para desarrollar procesos que sean transferibles a empresas". Finalmente, Reyna subrayó que la meta es hacer del reciclado un motor productivo local, porque los "equipos destruidos pueden ser reingresados al mercado local generando en paralelo mano de obra y una remuneración económica".
Fuente: Hoy Día
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El final del ciclo de la vieja computadora o del antiguo celular se convierte en el comienzo de un gran problema ambiental. Ocurre que muchos de los residuos electrónicos terminan con la basura común, produciendo que algunas sustancias como el arsénico y el plomo contaminen el suelo. La falta de una reglamentación específica y de iniciativas empresariales son los puntos centrales en esta problemática.
Actualmente, en nuestra ciudad está suspendido el plan que la empresa Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese) lanzó a mediados del año pasado para tratar de forma diferencial estos residuos. Según manifestó a Hoy Día Córdoba el vocero de la empresa, Luis Zanetti, esto se debe a que la "nueva administración está abocada a lo que ellos han definido como prioridades". Otra arista es la responsabilidad empresaria, según expresó a este medio el biólogo y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), Raúl Montenegro. "No es razonable que se impulse desde el Estado una solución para los problemas de empresas que ganan cantidades impresionantes de recursos económicos", señaló Montenegro.
Por otra parte, existen organizaciones, como la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que trabajan para procurar una alternativa. La ingeniera química Laura Reyna, coordinadora del Programa de Reciclado de Computadoras en el Laboratorio de Investigación Aplicada y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Liade), en una entrevista con este diario, explicó en qué consiste su trabajo: "nosotros coordinamos, a través de la cuenta de correo electrónico reciclado@efn.uncor.edu, con las empresas y los particulares la entrega de sus equipos en desuso, los reacondicionamos y los entregamos a instituciones".
A pesar de estos esfuerzos, cada vez es mayor el daño que estos residuos producen en el ambiente porque "va aumentando la cantidad de elementos que se pueden considerar electrónicos; ya no son sólo los que tienen que ver con sistemas informáticos, también se suman los nuevos sistemas de luminaria, por ejemplo", sostuvo Montenegro. A su turno, Reyna destacó: "sucede que, a medida que vamos accediendo a la tecnología, vamos desechando y estamos llegando a un punto donde la solución se hace cada vez más necesaria".
"La cuestión es muy complicada; en primer lugar cada dispositivo electrónico que se va a transformar en residuo ya debería tener previsto cuál será su destino; para eso se necesita una extensión de la responsabilidad empresaria", indicó el presidente de Funam. Mientras, para la ingeniera química, "más allá de la generación en sí, la discusión debe centrarse en generar una solución, darle un destino correcto a los residuos electrónicos". Lo cierto es que, según los datos del informe "Minería y basura electrónica" publicado por Geenpeace, "los nuevos dispositivos electrónicos son producidos con la finalidad primera de durar menos y convertirse en residuos lo más rápidamente posible".
Proyecto universitario. Desde el Liade, Laura Reyna señaló que están desarrollando un proyecto de estudio de generación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (Raee) en Córdoba. Esta iniciativa surgió porque "es fundamental conocer cuándo se generan los residuos para elaborar cualquier plan de gestión, municipal o privado". Según su coordinadora, la investigación "concluiría a mitad de año". Por otra parte, destacó que a través del programa de reciclado de computadoras se realiza "el primer escalón". "Pero aún nos queda mucho por delante, como por ejemplo desarrollar procesos. Para ello, estamos planeando una planta piloto", agregó. No obstante, la ingeniera química explicó que el objetivo de esta investigación no apunta a que "la Universidad haga una industria del reciclado, sino que sirva para desarrollar procesos que sean transferibles a empresas". Finalmente, Reyna subrayó que la meta es hacer del reciclado un motor productivo local, porque los "equipos destruidos pueden ser reingresados al mercado local generando en paralelo mano de obra y una remuneración económica".
Fuente: Hoy Día
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